Sentados en
el borde del puente Brickston, con las piernas en el aire, sintiendo la
libertar de volar por un momento, Cloe y Tom disfrutaban de un placentero día
de primavera.
“Que
piensas hacer con todo lo que tenemos para mañana?” Pregunto la chica girando
su cabeza para ver al chico que estaba a su derecha, quien miraba el horizonte.
Perdido y con el seño fruncido.
“No tenemos
mucho para mañana” Contesto Tom, intentando hacer sombra con su mano.
Cloe
levanto una ceja.
“Seguro?”
Dijo la chica con los brazos colgando en la madera pulida del puente color marrón
y motas de verde olivo.
Tom miro a
la chica frunciendo su nariz y apoyando las manos en sus piernas mientras las
hacia sonar.
“Muy…”
Aseguro moviendo la cabeza. Tom se concentro en el blanco y redondo sombrero
que llevaba Cloe.
Se quedaron
mirando callados, escuchando el agua pasar.
“Hoy
tenemos que ir hacer un par de cosas” Dijo Cloe mirando a los ojos al chico.
“Que cosas?”
Pregunto extrañado volviendo a ver los árboles los cuales sus largas ramas
tocaban el agua y esta intentaba llevárselas con su suave corriente.
“Se su pone
que hoy me acompañarías a buscar el broche de mi abuela, no te acuerdas?” Le recordó
la chica, bajando sus brazos y apoyándolos en la dura madera del puente.
“Pero…” Le
objeto Tom, quien se había echado sobre su codo derecho, tomando la posición de
un modelo.
Cloe comenzó
a mirarlo con ojos triste.
“No vallas
a llorar” Sentándose rápidamente e intentado detener su pronto llanto con sus
manos desesperadas.
“No voy a
llorar, solo me decepciono que siempre olvides lo que te digo” Argumento la
chica.
El chico
suspiro llevándose una mano a la frente y pasándole hacia atrás de su nuca:- “No
es mi intención olvidar las cosas… sabes por lo que estoy pasando”
Cloe miro
la mano del chico y la tomo. El la miro asustado.
“Ya lo se,
pero no es una excusa para mi, ya no mas” La chica se puso del pie mientras él
la miraba con la boca abierta.
“Pe-pero…” Intento
detenerla pero ella se fue muy campante mientras la sueva brisa movía su largo
cabello castaño. No tubo remedio que ponerse de pie e ir tras ella. La alcanzo
al final del puente.
“Cloe”
Agarrandola del hombro.
Ella dio un
paso para zafarse y se dio media vuelta.
“Como
amiga, te pido, que no uses esa excusa, se supone que estoy haciendo lo posible
para que te sientas mejor y no pones nada de tu parte… compórtate” Le dijo
dulcemente sin quitarle la mirada ni titubear en una sola palabra.
Tom sin más
remedio acepto todo sin reprochar. Cloe sonrío.
“Muy bien!
Ahora vamos a caminar por el pueblo” Dijo extendiendo su mano. El río. La tomo.
De la mano emprendieron su recorrido por el pintoresco pueblo.
“Tengo
mucha sed” Dijo Cloe abrazando el brazo a medio descubrir por una camisa blanca
del chico.
Él se
limito a reírse. Ella siguió:- “Eso quiere decir que me preguntes Si quiero tomar algo, entonces...” Tom sonreía.
“yo te digo SI!, vos paras a comprar
algo fresco, yo te agradezco por salvarme de una tremenda deshidratación”
Ella lo
miro con una sonrisa en los labios.
“Tenes que reír
mas seguido, es bueno para la salud, y tu rostro… Alegra tu alma, la cual esta
muy amargada… Me gustan tus dientes cuando lo haces” Tom se limito a escuchar.
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